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La sabiduría popular, el refranero y los cuentos didácticos infantiles están repletos de consejos en los que se recomienda la preparación. Una de las fábulas de Esopo, «La cigarra y la hormiga» es la que mejor representa la actitud laboriosa del «Preper» preparándose para el “invierno” frente a quien adopta una actitud despreocupada y se burla de él. La conocida máxima de Vegecio «Si vis pacem, para bellum», (Sí deseas la paz, prepárate para la guerra) puede extrapolarse al mundo preparacionista por: «Si deseas la tranquilidad, prepárate para un desastre». También puede extraerse esa sabiduría, de forma literal, de la frase de Louis Pasteur: «La suerte favorece a la mente preparada». La preparación figura en el lema de muchas organizaciones, desde el «Semper Paratus» (Siempre preparado) de la Guardia Costera estadounidense al «Be Prepared» (Estar preparado) de los Boy Scouts.
Desde la antigüedad, el ser humano se ha preparado para los "malos tiempos". Se llenaban alacenas con alimentos y graneros con forraje para hacer frente al crudo invierno. A medida que la ciencia y la industrialización han ido evolucionando, la caducidad de los alimentos envasados y la posibilidad de adquirirlos en cualquier época del año, hicieron menos necesario el almacenaje a largo plazo.
Composición de imágenes realizada por PREPER.INFO usando imágenes de dominio público de U.S. National Archives y US Library of Congress.
El preparacionismo como tal se remonta a la Guerra Fría. Entonces el riesgo nuclear era muy real, llevando a las administraciones de algunos países, y a muchos ciudadanos particulares, a construir búnkeres subterráneos donde poder protegerse de las consecuencias de una posible explosión atómica. Estos refugios contaban con suministros para sobrevivir durante algún tiempo y con herramientas para hacer frente a un posterior periodo postapocalíptico. Las administraciones públicas enseñaban cómo actuar ante un ataque, y se realizaban simulacros en colegios y centros de trabajo. Con la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética, la amenaza nuclear se disipó, y el preparacionismo gubernamental cayó en el olvido, pero otros riesgos, (crisis económicas, desastres naturales, pandemias), llevaron a un sector minoritario de la población a mostrar interés por prepararse ante estas u otras eventualidades.
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